Un buen conocimiento de la gastronomía permite a los comensales la degustación de diferentes tipos de carnes, acompañadas con verduras, arroz, pasta o preparadas a modo de estofado o caldo.
Tradicionalmente, la población mundial tiene una alta afinidad por el consumo de carne de vacuno, sin embargo, existen otras opciones para garantizar la ingesta diaria de proteínas, pudiendo echar mano de la carne de cerdo, de pollo o incluso de la carne de conejo.
En las zonas aledañas al Mediterráneo, cientos de años atrás, la presencia del conejo en la dieta era muy dominante. Sin embargo, durante los últimos años, el consumo de este tipo de carne en España ha descendido de forma importante, especialmente en la última década.
La carne de conejo cuenta con muchas propiedades que resultan beneficiosas para la salud, sobre todo cuando se realiza un consumo rutinario de la misma. Y es que se trata de una fuente de proteína tan deliciosa, que no debe ser un esfuerzo incluirla en la dieta.
Propiedades de la carne de conejo
La carne de conejo cuenta con diferentes propiedades beneficiosas, que la hacen muy atractiva para ser consumida, especialmente para los que requieren muchas proteínas en su dieta.
Uno de los principales atributos de este tipo de carne, es que, en tan sólo 100 gramos de carne de conejo, se pueden encontrar hasta 20 gramos de proteínas, un valor incluso superior al encontrado en otros tipos de carnes que se consumen de forma más frecuente.
También, esta carne se caracteriza por presentar un alto contenido en vitaminas del grupo B, como son la vitamina B6 y la vitamina B12, logrando suministrar al organismo un valor mayor al que se requiere de forma diaria.
Aunque se trata de una carne de un sabor con una gran aceptación, debido a su semejanza con la carne de pollo, la carne de conejo presenta un bajo contenido en grasa, convirtiendo a este animal en el ideal para dietas saludables.
Además, es imposible dejar de mencionar, que se trata de un tipo de carne con un bajo contenido en sodio y colesterol, lo que permite variar las dietas de las personas hipertensas.
Por supuesto, no se puede dejar de lado, la importancia que tiene el tipo de raza del conejo, la edad del animal y la alimentación que estos reciban para garantizar la calidad de su carne.
¿Por qué consumir conejo es ideal para mejorar la salud?
Ya sea que una persona se proponga la idea de adelgazar, que se encuentre en una situación de riesgo de salud o que simplemente quiera adoptar un estilo de vida más saludable, la carne de conejo es una opción ideal para ayudar a lograr el balance del metabolismo.
Lógicamente, al observar el alto contenido vitamínico que presenta la carne de conejo, se puede hacer mención de los efectos positivos que el consumo cotidiano de este noble animal puede generar, sobre todo en la funcionalidad del sistema nervioso y del metabolismo.
Hacer una dieta rica en minerales como el zinc, hierro y magnesio, favorece el desarrollo de procesos celulares (como la replicación y protección del ADN), así como la generación de glóbulos rojos para mantener el valor estándar de la hemoglobina y lograr realizar un transporte de oxígeno adecuado.
Cuando una persona pertenece a un grupo familiar que tiende a padecer ciertas patologías, como la hipertensión arterial, diabetes tipo 2 o hipercolesterolemia, una excelente estrategia que puede plantearse es la de incluir la carne de conejo en la dieta cotidiana.
¿Quiénes pueden consumir carne de conejo?
La carne de conejo es una carne blanca de carácter magro, que presenta un alto aporte de calorías, siendo el valor estimado de unas 140 calorías por cada 100 gramos de carne de conejo (cuando se trata de animales jóvenes alimentados a base de pasto)
Con su alto contenido proteico y bajo en grasas, esta es una de las mejores carnes que puede incluirse en una dieta, sobre todo cuando se busca aumentar el desarrollo de la masa muscular, ya que toda su proteína puede ser aprovechada para el desarrollo de fibras musculares.
También se recomienda el uso de la carne de conejo para la dieta de grupos de alta demanda proteica, como son los niños y las mujeres embarazadas, sin dejar de lado a los adultos mayores y grupos susceptibles a la pérdida del desarrollo de la masa muscular.
Aunque el consumo de carne de conejo se encuentra recomendado de forma preferencial para grupos estratégicos, este tipo de carne no se encuentra contraindicada para ningún tipo de persona.
Por ello, su consumo semanal (aun cuando no exista la necesidad por edad o algún tipo de padecimiento) es altamente recomendable.
Y es que incluir la carne de conejo en la dieta semanal, puede marcar una diferencia importante a futuro, así que no se debe desaprovechar la oportunidad de consumirlo.
¿Qué tipo de dietas se pueden seguir incluyendo carne de conejo?
Al ser la carne de conejo un alimento tan noble, puede ser incluido básicamente en cualquier dieta: dietas bajas en grasa, dietas controladas en azúcares e, incluso, dietas para personas que presentan intolerancias o alergias alimentarias.
La inclusión de la carne de conejo en la dieta cotidiana es muy sencilla, ya que este tipo de carne puede ser preparada de diferentes formas, que van desde preparaciones sencillas al ajillo o a la plancha, hasta platos más elaborados que pueden comprender la elaboración de estofado o caldo.
La carne de conejo es una carne muy suave y libre de grasa, por lo que se puede preparar de formas semejantes a la carne de pollo, recibiendo una fácil aceptación por el público general (que incluye a los niños).
No se puede dejar de mencionar que este tipo de carne, puede ser consumida especialmente por las personas que presentan trastornos digestivos, ya que se trata de una carne de muy fácil digestibilidad.
Incluso, es una carne tan sabrosa e inocua, que puede incorporarse como uno de los primeros alimentos en las dietas sólidas durante la transición de los lácteos en los bebés.
Compra carne online en Cárnicas Otero, tu carnicería online de confianza.